- Introducción
En la actualidad, el Derecho Electoral ya no puede considerarse un derecho de reciente creación, como se le denominaba hace cerca de 20 años en diversos espacios y foros académicos, donde se exponían los retos y hallazgos a los que se enfrentaba su aplicación, así como la importancia de tomar en cuenta distintas figuras e instituciones derivadas de la experiencia internacional. Sin embargo, subsisten todavía hasta el día de hoy imprecisiones, ambigüedad y diversos elementos que siguen generando duda en cuanto a su correcta aplicación y generación de nuevas reglas y procedimientos, que permitan elevar su nivel de funcionalidad y aplicación normativa.
El principal objetivo del presente trabajo consiste en generar una breve reflexión sobre la imperante necesidad que radica en la obligación de que, previo a buscar cualquier tipo de actualización normativa, ya sea mediante un saneamiento interpretativo, una reforma electoral o un reglamento o ley que derive del marco constitucional cuyo fin sea la búsqueda de una mejora dentro de un proceso, institución, sanción o el ejercicio de derechos político-electorales, se debe realizar una acción profunda, estratégica y de investigación, orientada con una metodología precisa que permita llegar a propuestas viables, factibles y acordes con la realidad.
Conforme a ello se derivan la funcionalidad conceptual de la presente propuesta, que lleva a reconocer que toda investigación está inserta, en primer término, dentro de una dimensión que la orienta y delimita su ejercicio y campo de acción, es decir, establece con claridad tanto un período de tiempo específico delimitado por diversos acontecimientos, sucesos y estadísticas que le caracterizan, así como el lugar donde estos tuvieron verificativo, para que partiendo de la claridad de ello, se genere entonces una estructura integrada por tres elementos, como lo son sujetos, contexto e impacto social, que guiarán la búsqueda de soluciones y actualizaciones en la materia.
De esta forma, se pretende dar respuesta a la interrogante que emerge con fuerza respecto a ¿cómo integrar una normatividad electoral adecuada y funcional, conforme a los ajustes sociales e instituciones demandados en la época actual? Ante lo cual una primera posibilidad aquí develada se encauza a que, mediante el desarrollo de investigación seria y formal, integrada por una dimensión y estructura como hoja de ruta a desarrollar previo a materializar nuevas propuestas, se lograrían fortalecer los fines que persigue el Derecho Electoral por medio de normas que verdaderamente coadyuven al fortalecimiento del Estado democrático ideal.
- La investigación en materia electoral: dimensión y punto de reflexión
Toda investigación aplicada en el área de las ciencias fácticas, ciencias sociales y ciencias normativas, (con independencia de la ubicación teórica que se prefiera respecto de ellas), son desarrolladas a través de etapas que integran el conocimiento científico. Particularizando en las ciencias jurídicas, su desarrollo atiende también a una observación previa que permite identificar con claridad un objeto de estudio, llamado también problema, a partir del cual mediante la construcción de hipótesis se efectúa la aplicación de métodos, tanto generales como específicos, lo que, además de discutirlo, permite construir una posible respuesta o conclusión de dicho objeto.
Conforme a ello, el caso de la materia electoral no es excepción al momento de llevar a cabo una determinada investigación sobre un tema o asunto relevante. Lo primero que se debe considerar al ubicar un objeto o problema de investigación (que puede ser la representatividad, abstencionismo, derechos de minorías, género en la contienda, procesos internos de partidos, por citar algunos), es establecer su dimensionalidad; lo cual nos permitirá, desde un plano antropológico,[1] ubicar perspectivas, impresiones y profundidad, a fin de trabajar sobre una superficie continua de información básica, es decir, conformar un marco teórico sustentado por el estado de la cuestión.
Así entonces, la dimensión del estudio genera dos elementos de abordaje sobre los que se ha de cimentar su estructura. Por una parte, delimitar un período de tiempo, es decir, generar un anclaje de antecedentes a partir de los cuales, precisando un período, fecha, acontecimiento específico, será el punto de arranque e inicio de la investigación. Por consiguiente, se debe asimilar la temporalidad como la importancia de contar con un período histórico dentro del cual se analizará no solo el tema y objeto de estudio, sino la propia línea evolutiva de desarrollo o retrocesos del conjunto de acciones, reglas, instituciones, proceso o cualquier otro elemento que tenga cabida dentro del mismo.
En la temporalidad tiene verificativo la propia historicidad del estudio realizado, como bien lo señala Bertalanffy en la Teoría general de los sistemas,[2] mediante la historia diversos elementos se integran a un sistema, lo que facilita el uso de predicciones, premisas, sin amputar partes vitales de la anatomía de la investigación. Ello permite concretar una adecuada toma de conciencia respecto de la materia de investigación, es decir, existe claridad en el tiempo, la duración y todo aquello considerado relevante, así como las afectaciones o influencias derivadas de lo sucedido; comprende entonces constituir, como bien dijo Bloch, “un método prudentemente regresivo”.
Por lo que atiende al segundo elemento de la dimensión, es decir, definir puntualmente el espacio o lugar donde se práctica el estudio, la comprensión del mismo proveerá un sentido de colocación, comprendiendo que la funcionalidad va en relación con el conocimiento del espacio-lugar[3] donde se desempeñan las acciones, sujetos y acontecimientos del tema central de la investigación. Por tanto, tener control del espacio lleva consigo disponer de posibilidades de respuestas e incluso soluciones, sean normativas o de otra índole, y en consecuencia una libertad de organización en la labor investigativa.
Continuando con el espacio, la labor que debe desarrollarse tiene que ver no solo con la inclusión del Derecho Electoral, atañe también con la convergencia de otras disciplinas, ciencias y áreas que juegan un papel complementario, a fin de evitar una investigación ya sea desfasada o con zonas separadas de la realidad. De esta manera no solo es “abrir las ciencias sociales”,[4] también es aperturar nuestro trabajo hacia una seria posibilidad de emprender una crítica social, cultural y legal, que permita valorar los sujetos, contextos e impacto (elementos de la estructura posterior), en tema de resolución de conflictos, observancia de principios y apego a la normatividad.
En tanto, poseer un fondo en la investigación sin duda nos llevará a generar metas particulares como son:
- Reflexión; que se dirige a llevar a cabo un proceso de análisis y discusión a fin de seleccionar un objeto, tema o problema de estudio que cuente con una justificación adecuada para su abordaje, es decir, sea de actualidad, utilidad, además de poseer viabilidad y factibilidad en cuanto resultar en una propuesta concreta de solución;
- Localización; que comprende continuar el trabajo de selección y clasificación no solo de antecedentes, datos e información de relevancia que sirve de soporte al tema, donde bajo el principio de discriminación nos permita implementar aquello que está directamente relacionado con los objetivos pretendidos; en primer término, reflexionar;
- Fundamentación; la actividad cierra con la importancia que debe tener tanto el marco teórico como normativo que sustenten la investigación; la actualización constante y el monitoreo permanente de ambos permite que las respuestas en torno a la pregunta de investigación puedan formularse y, por tanto, verificarse con mayor precisión y prontitud.
Finalmente podemos considerar que no se puede hablar de una investigación si no se cuenta con una dimensión preliminar que le sirva de guía para su buen desarrollo. Cuando se logra fijar dicha dimensionalidad en sus partes conformantes, es entonces que se podrá comenzar a hablar de una estructura que le complemente en su construcción formal; ante ello no perder de vista la plena conciencia de que todo es parte integral de un sistema que conjunta piezas claves, cuya función y armonía no está desarticulada, al contrario, trazará el rumbo que permita lograr la funcionalidad pretendida.
- Sujetos, contexto e impacto social, elementos esenciales de la estructura
En continuidad con la dimensión que se abordó previamente, se deriva la estructura, cuya noción general atiende a la importancia de que todo proyecto debe poseer una columna o esqueleto sobre el cual se habrán de ir nutriendo y enriqueciendo cada uno de los temas y objetivos que persigue una investigación, cuya justificación se ratifica en la importancia de tomar como punto de partida y referencia tres elementos esenciales como son los sujetos, el contexto, así como el impacto social generado, a partir de los cuales se lograrán proponer ajustes, interpretaciones y transformaciones normativas.
El primer elemento de la estructura propuesta corresponde a los sujetos. Evidentemente se consideran aquellos que forman parte del Derecho Electoral, como bien se denominan actores políticos, de los que forman parte los ciudadanos, los partidos políticos, así como los organismos electorales, ya sean de tipo administrativo o jurisdiccional. Considerar en primer plano a los sujetos es con el objeto de reconocer de forma clara y directa su concepción de la realidad, los hechos y sucesos tal cual se suscitan, así como el conocimiento de primera mano de sus inquietudes, amenazas y necesidades, reconociéndolos como portavoces de la democracia.
Por tanto, la necesidad del conocimiento de los sujetos requiere obligatoriamente el conocimiento pleno de cada uno de ellos, aspectos de tinte sociológico, biológico, filosófico, ético, además de normativo, entran en la propuesta amplia de considerar tales aspectos para entender su propia naturaleza y comportamiento, de tal forma que se comprenda que no son entes aislados; por el contrario, existe una conexión entre ellos bajo el principio de inclusión,[5] lo cual posibilita la intercomunicación, dando pauta al reconocimiento de la pluralidad de ideas, caracteres y potencialidades dentro de una sociedad.
En particular, la identificación de los sujetos en la función electoral y democrática permite, a su vez, su actualización. Es decir, notar las transformaciones y evoluciones que han tenido cada uno de ellos (ciudadanos, partidos, autoridades), conforme a diversos periodos y olas de democratización, así como el impacto en la estructura de la representación política en el transcurso del tiempo. Ejemplo de ello es la legitimación de proximidad,[6] donde el representante busca generar sensación de reconocimiento y estima al ciudadano, más allá de un simple cumplimiento normativo o de generar un campo de atención y preocupación de proximidad.
El segundo elemento que integra la estructura atiende al contexto, entendido justo como el medio ambiente en donde los sujetos abordados vinculan y generan acciones. Por tanto, el deber de conocer el medio permite, en primer lugar, comprender funciones culturales, ideológicas, costumbres y rasgos de identidad que fortalecerán la raíz de la investigación, toda vez que en esta parte deriva el origen, causa y consecuencias de sucesos y problemas que se pretenden resolver, logrando así una mayor profundidad y proyección en cuanto a la integridad del análisis y la intimidad del método de estudio aplicado.
Al trabajar en el contexto como elemento de la estructura de investigación, se logra entender en mayor medida el desplazamiento y cambios que ha tenido el objeto de estudio, orientando la mejor comprensión de necesidades y prácticas ya sean individuales o colectivas de los sujetos, así como sus experiencias y circunstancias, conforme a lo cual se pueden incluso formalizar mediciones y controles como sistemas de validación,[7] lograr esfuerzos colaborativos, aportando datos de utilidad y obteniendo posibles soluciones que rompan el aislamiento, y con ello transitar hacia la participación colectiva.
Con relación a las funciones culturales, ideológicas y de identidad, el contexto representa un espacio proyectivo donde se logra la mayor aproximación a las respuestas que encauzan las hipótesis de investigación, y que caminan rumbo a la búsqueda de soluciones a casos y problemas concretos; abordar contextos histórico-sociales permitirá valorar los niveles que persisten de individualización y desvinculación de lazos culturales dentro de una sociedad,[8] lo cual a su vez provoca la falta de unidad nacional, así como el desencuentro identitario con las instituciones del Estado. Ante ello, una vez más habría de surgir posibles respuestas, tanto de orden legal como de carácter interdisciplinario.
En cuanto al tercer elemento de la estructura señalada, se hace referencia al impacto social, pudiendo ser comprendida de forma preliminar como un proceso donde se puede valorar las afectaciones y efectos que derivan de determinadas acciones ejecutadas y problemas analizados, que vinculan a los sujetos representados en el Derecho Electoral dentro de un contexto, involucrando sus derechos, obligaciones o prerrogativas de forma directa o indirectamente, así como los factores externos e internos que pueden configurar cierto grado de influencia en el funcionamiento de las instituciones.
Por consiguiente, tomar a consideración la importancia del impacto social dentro de la investigación permite configurar un adecuado manejo del tema de estudio de forma objetiva, sin perder la brújula de la orientación científica por encima del interés particular. Por el contrario, privilegiar aquello que en realidad aporta a la discusión, fortaleciendo la pertinencia del objeto de estudio, así como lo que le brinda un sentido de coherencia y abona a su mejor representación de forma concreta y abreviada para lograr explicarlo, evaluarlo e incluso reproducirlo en labores preventivas o de solución de conflictos jurídicos.
El impacto social, por consiguiente, además de ser un elemento estructural, también representa un medio de planificación y análisis, que permite lograr un equilibrio y evitar tropiezos en la investigación. Al ubicar los contenidos que lo integran, se logra verificar si existe suficiente material de soporte, respaldo y evidencia en la evaluación de contenidos en su justificación. En aras de cumplir con los objetivos científicos, el impacto social permite la comprensión total del problema o fenómeno a fin de dejar fuera lo residual de lo verdaderamente útil en la conformación de nuevos elementos de estudio, o la pauta de continuidad en el tema con base a una reorganización.
Finalmente, se puede considerar que, partiendo del reconocimiento e implementación de los sujetos, el contexto y el impacto social como elementos de la estructura que forman parte de la dimensión en la investigación, se pueden lograr acciones concretas como son:
- Predicción y explicación de resultados acorde a la realidad objetiva.
- Exactitud en el marco de referencias y contenidos del objeto de estudio.
- Vinculación precisa y puntual entre objetivos y características de la investigación.
- Sistematización de información que actualice la reflexión, comprensión y enfoques en las diversas etapas del análisis.
Conclusión
La importancia que pretende el presente trabajo va dirigida a considerar que para poder garantizar el buen funcionamiento, instrumentación y adaptación de una nueva norma o posible reforma en materia electoral, dentro del espacio democrático, es menester trabajar de forma previa en la debida estructura de una investigación científica guiada mediante un proceso serio y formal, a través del cual, en primer lugar, se genere una metodología capaz de reconocer una dimensión propia. Y como segundo paso construir un todo con los elementos ya mencionados, que permita llevar a cabo dicha labor investigativa de manera viable y factible.
Conforme a lo expuesto, sin duda existen retos que deben visualizarse y atenderse en cuanto a la debida aplicación de la propuesta aquí planteada, mismos que consisten en prestar continua y permanente atención a los contextos, ambientes y, por consiguiente, costumbres e ideologías, a fin de evitar que el marco teórico y normativo que lo sustenta no quede desfasado o sea sobrepasado por la realidad. Lo que implica no dejar de lado las discusiones, provocaciones y posturas, tanto coincidentes como discordantes, que forman parte del mismo y que por tanto permiten su actualización.
En cuanto a la pregunta central de investigación planteada al inicio del documento, queda respondida en cuanto a que mediante una investigación con la naturaleza, esencia y estructura propuesta puede llegar a constituirse como una herramienta metodológica de apoyo, en atención a que deberá (además de cuidar y procurar en todo momento la objetividad científica adecuada), considerar también las posibles discusiones y provocaciones en torno al tema, la prevención y tratamiento de errores, dificultades y obstáculos que el propio objeto de estudio y marco normativo pudiese traer consigo.
Finalmente se debe tomar en cuenta que la investigación estará en constante cambio y transformación, lo que requiere de un cuidado particular que permita sus actualizaciones en el momento adecuado, lo que implica que en dicha metamorfosis no deberá perderse la naturaleza esencial y el respaldo documental del tema, así como la obligación de informar y orientar a dónde se pretende llegar con ella. Así, el conocimiento que se desprenda de su contenido deberá presentar características que trasciendan, con consecuencias y respuestas factibles en su implementación, oponiéndose a una orientación individualista y manteniendo el sentido de coherencia con base a la búsqueda de la verdad.
Bibliográficas:
Baudrillard, Jean (2022), El sistema de los objetos, México, Siglo XXI Editores
Cooper, Caren (2018), Ciencia Ciudadana, México, Grano de Sal.
Hall, Edward (2021), La dimensión oculta, México, Siglo XXI Editores.
Morin, Edgar (2020), La mente bien ordenada, México, Siglo XXI Editores.
Von Bertalanffy, Ludwing (2021), Teoría general de los sistemas, México, FCE
Artículos científicos:
Ehret, Peter (2022), “El Homo Europeus ¿Imposible sujeto cultural de una democracia europea?”, en Cuadernos de Filosofía del Derecho, núm. 45, Universidad de Alicante, España.
Reynares, Juan Manuel (2021), “La ideología en tiempos de imaginarización. Notas
para un estudio de los actores políticos contemporáneo”, e Revista Internacional de
Filosofía Política, Universidad Complutense de Madrid.
[1] Hall, Edward (2021), La dimensión oculta, México, Siglo XXI Editores, p. 118.
[2] Von Bertalanffy, Ludwing (2021), Teoría general de los sistemas, México, FCE, p. 223.
[3] Baudrillard, Jean (2022), El sistema de los objetos, México, Siglo XXI Editores, p. 26.
[4] Immanuel Wallerstein en su obra coordinada intitulada Abrir las ciencias sociales, habla sobre la importancia que representa en la actualidad la aplicación de una metodología integradora con cohesión universal, por parte de las diversas ciencias que integran el conocimiento del hombre y su entorno.
[5] Morin, Edgar (2020), La mente bien ordenada, México, Siglo XXI Editores, p. 218.
[6] Reynares, Juan Manuel (2021), “La ideología en tiempos de imaginarización. Notas para un estudio de los actores políticos contemporáneo”, e Revista Internacional de Filosofía Política, Universidad Complutense de Madrid, p. 107.
[7] Cooper, Caren (2018), Ciencia Ciudadana, México, Grano de Sal, p. 98.
[8] Ehret, Peter (2022), “El Homo Europeus ¿Imposible sujeto cultural de una democracia europea?”, en Cuadernos de Filosofía del Derecho, núm. 45, Universidad de Alicante, España, p. 73.