Por Hermes Sucre Serrano
__Introducción____________________________________
A partir del 2 de enero de 2025 comenzó en el Tribunal Electoral (TE) una nueva etapa llena de expectativas. Su principal órgano de gobierno, el Pleno, cuenta con un nuevo integrante, Narciso J. Arellano Moreno, una figura sin afiliación político partidista, lo que marca un hito en la historia de la nueva era democrática, que se inició en 1990, hace 35 años.
El Pleno está integrado por tres magistrados principales y los suplentes, nombrados por 10 años escalonadamente por cada órgano del Estado: Ejecutivo, la Asamblea Nacional y la Corte Suprema de Justicia. Arellano Moreno, nombrado por el Ejecutivo; pertenece al mundo académico y es conocido en el ambiente electoral por haber sido miembro de la Junta Nacional de Escrutinio en dos ocasiones.
También presidirá la Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE), organismo que se instalará en marzo de 2025 para revisar y modificar Código Electoral.
Su alto perfil académico en la rama del derecho, docente universitario por más de 42 años; su conocida integridad y cimentados valores cívicos, morales y éticos, constituyen su carta de presentación.
Ha dicho que su gestión se concentrará en restablecer la confianza y credibilidad en la institución, garantizar la transparencia en los procesos electorales, reforzar los programas de educación cívica electoral, promover la igualdad de derechos políticos, impulsar la carrera electoral, entre otros.
Mundo Electoral conversó con él para conocer su trayectoria, sus aspiraciones y proyecciones, diálogo que ahora compartimos con nuestros lectores.
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Promover la educación cívica ciudadana, la igualdad entre los actores políticos, la credibilidad en el Tribunal Electoral (TE), aprobar la carrera electoral y mantener la unidad y mística de trabajo institucional, son algunos de los planes del nuevo presidente del TE.
Arellano Moreno, de 72 años, 47 de ellos dedicados a la abogacía en campos como el derecho civil, arbitraje, mercantiles, banco y aseguradoras.
“Para mí fue una sorpresa mi designación, en dos ocasiones aspiré a ser magistrado de la Corte Suprema de Justicia”, afirmó el veterano profesor de derecho de la Universidad Santa María la Antigua (USMA).
Con respecto al estatus de la CNRE, ya ha recibido recomendaciones de la Fiscalía General Electoral (FGE), de los jueces electorales, y de ciudadanos particulares, que le han enviado sus opiniones, para evaluarlas con los colegas magistrados.
En la gestión de Arellano Moreno, la ciudadanía es una prioridad, y así lo deja ver:
“Quiero pedirle a la ciudadanía que tenga confianza, esta es una tarea ardua, yo no estoy solo aquí en el Tribunal Electoral y eso quiero que todos lo entiendan. Para cualquier decisión, yo necesito el apoyo y colaboración de los dos magistrados (Alfredo Juncá Wendehake y Luis A. Guerra Morales), que me acompañan en esta dura tarea”.
También le habla a su equipo de trabajo institucional, directivos y colaboradores, de todas las provincias y comarcas indígenas del país:
“A todos los colaboradores, funcionarios del Tribunal Electoral, el mensaje que les quiero pedir, para no usar el término exigir, es que me apoyen a tratar de lograr una transparencia en la gestión a todos los niveles, porque con esa transparencia logramos una mayor credibilidad, y esa es mi meta, ese es mi norte”.
De la academia a “El Montero”
El nuevo magistrado es egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Santa María la Antigua (USMA – 1976), de 1993 al 1999 ejerció como decano, profesor de la cátedra de Contratos Civiles, magistrado suplente del Primer Tribunal Superior de Justicia (1998-2010), socio de la firma forense “Alfaro, Ferrer & Ramírez” (2004-2020) y socio en la firma Arellano & Asociados (2021- 2024).
Fue secretario de la Junta Nacional de Escrutinio en dos ocasiones; miembro de la Comisión Especial de Consultas de las Reformas a la Constitución Política (2011); autor de ensayos y textos de derecho; en varias ocasiones ocupó la presidencia de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE), ha recibido múltiples reconocimientos por sus aportes a la enseñanza universitaria y a la evolución del derecho en Panamá.
Profesa la fe católica, es oriundo de Chitré, provincia de Herrera, está casado con Ida Inés Domínguez de Arellano, tiene cuatro hijos: Narciso, Mario Alberto, Tulio y Rafael.
Cuando le preguntamos qué no le gusta, sonríe, y responde con sinceridad: “No me gusta la hipocresía, personas que de frente te saludan, te abrazan y no terminas de dar la espalda cuando ya te están atacando. Prefiero que me digan directamente qué no les gusta de mi”.
Es sencillo, carismático, afable, pero de carácter firme, comprometido con la rectitud e integridad, es un estudioso 24/7 del derecho.
“Mi lectura favorita siempre ha sido el derecho, no solamente como académico, sino también en mis ratos de ocio, más que dedicarme a leer una novela prefiero artículos, libros de derecho en el campo de lo civil. Mi autor favorito es el desaparecido Dr. Dulio Arroyo Camacho”.
Le fascina el campo, en especial su finca de El Montero de Guararé, provincia de Los Santos. “Voy con mi familia, mi esposa es de allá. Me acuesto en una hamaca, leo un buen libro, comparto tertulias con mi familia, y con eso me divierto”.
Igualdad, el denominador común
Define la democracia desde la óptica de un académico: “Para un académico, en el caso particular mío, pienso que la democracia gira alrededor de la igualdad de género, de la igualdad ciudadana y de la transparencia. Con esos pilares la democracia avanza”.
A su juicio, en las escuelas, colegios y universidades hace falta la inclusión de asignaturas como cívica. “Hay que profundizar más en el estudio de las normas electorales, una educación que sea abierta para los ciudadanos, los estudiantes, esto sería de gran ayuda para el TE”.
Considera que al estudiante de hoy le falta leer más, porque la cultura general significa fortalecer el profesionalismo, leer periódicos todos los días; en el caso de los abogados, leer la Gaceta Oficial diariamente; analizar los boletines del Tribunal Electoral y todo material relacionado con las ciencias políticas.
Admite que le tiene “aprehensión” a las redes sociales porque muchas veces se desconoce la fuente de la información y se corre el riesgo de verse afectado por las noticias falsas y la desinformación.
Es necesario que en la comunicación se deje a los lectores en libertad de sacar sus propias conclusiones, que no sea una red social la que empuje a favorecer o desfavorecer un hecho.
Rechazo a las presiones políticas
Arellano Moreno aboga por la igualdad de oportunidades entre los partidos políticos. “Ahora con la libre postulación, se requiere igualdad en muchos aspectos, como el económico, el de los votos se requiere más igualdad”.
Cree que los partidos políticos son necesarios en toda democracia, pero “a un magistrado, que tiene que tomar decisiones en favor o en contra de determinado partido o de un candidato, allí es donde no debe existir presión política”.
Con referencia a la injerencia de las iglesias en la actividad política, responde:
“Yo sí creo que están presentes en el acontecer nacional, pero siempre me ha preocupado la injerencia de las iglesias, no solamente de la católica sino de todas las demás en los asuntos políticos, porque crea divisiones. Usted puede ver personas que no son de la religión católica criticando un comunicado de la iglesia en asuntos políticos, eso es lo que me preocupa”.
Igualmente, se refirió a las voces que reclaman una mayor participación ciudadana en la escogencia de los magistrados del TE:
“La participación ciudadana definitivamente es importante, siempre lo ha sido y lo será, pero ya limitar al Ejecutivo o a una institución nominadora, como son los casos de la Asamblea Nacional o de la Corte Suprema de Justicia, para los otros dos magistrados del TE, me preocupa, porque esa participación ciudadana termina influyendo en intereses”.
“En dos ocasiones aspiré a ser magistrado de la Corte Suprema de Justicia, existía la sociedad civil participando y terminó designándose a un político que no lo hizo mal, pero ¿entonces dónde queda esa seguridad que uno busca? Creo que el problema está en el funcionario, en la institución, no en la ley”.
Apoyo a la carrera electoral
El magistrado presidente respalda la carrera electoral institucional: “El empleado, el funcionario se merece esa garantía, esa estabilidad, esa seguridad y es a través de ley de carrera electoral que se puede lograr. Tengo conocimiento de que en ocasiones anteriores se ha intentado, pero como todo, llega a la Asamblea Nacional y de allí no pasa. En mi mandato, que está recién empezando, sí tengo firme la voluntad de insistir nuevamente en esta ley”.
Narciso J. Arellano Moreno le dice a la sociedad panameña ¿cómo quiere que se le recuerde cuando termine sus 10 años de gestión’:
“Que me recuerden como entré, una persona que llegó a servirle al país, yo sé que muchos prometen eso y después de estar 5 años, o en mi caso después de 10 años, se desvían del camino. Yo espero tener la fortaleza, la ayuda y la colaboración para no desviarme y terminar como empecé”.