Artículo para la Revista Mundo Electoral, edición N.° 51

Magistrado Luis A. Guerra Morales

 

Introducción

 

El proceso electoral 2024 y todo su engranaje institucional, gestado desde el Plan General de Elecciones (Plagel) hasta sus resultados conocidos a partir del 5 de mayo de 2024, incluyeron un elemento completamente nuevo, una elección especial para que la niñez y la adolescencia pudiera participar y que su voz fuera escuchada.

 

En tal sentido es válido reconocer que, como todo proceso inédito, está sujeto a mejoras en sus procedimientos, con miras a conseguir una participación más amplia y activa del grupo al que este programa piloto fue dirigido (niñez y adolescencia entre los 5 y 17 años).

 

Esta entrega trata de reflejar las fortalezas, aspectos positivos y principales desafíos para el desarrollo de una futura ciudadanía participativa y comprometida desde las edades más tempranas.

 

La apuesta por las elecciones de la niñez y la adolescencia comprende conocer los resultados de esta elección que organizó por primera vez el Tribunal Electoral, en el marco de las séptimas elecciones democráticas celebradas en nuestro país (desde la refundación de la Institución en 1990), cumpliendo con el mandato establecido en el artículo 145 del Código Electoral, para desarrollar y ejecutar programas permanentes de educación y capacitación cívica-electoral.

En virtud de que Panamá cuenta con un marco legal específico en materia de niñez, adolescencia y familia, es importante conocer cómo estos mecanismos nos permiten ampliar los servicios institucionales del Tribunal Electoral, a través de programas educativos basados en el civismo y los valores para esta población.

 

Así, con el objetivo de leer los resultados de esta participación electoral específica, es necesario repasar la teoría de los valores, su connotación en los procesos democráticos y cívicos, así como su significado para la población de niñez y adolescencia en nuestro país.

 

La reflexión sobre este primer resultado debe ser parte del establecimiento de una hoja de ruta institucional, para el trabajo que en adelante representa escuchar a los niños, niñas y adolescentes, semilla para el fortalecimiento de nuestra democracia.

 

Legislación reciente en favor de la niñez y la adolescencia en Panamá

 

El Sistema de Naciones Unidas, a través de la Convención de los Derechos del Niño, establece pautas sobre los derechos de la niñez. Para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia – UNICEF (por sus siglas en inglés), existe una nueva perspectiva de avance en el cumplimiento de los derechos de la infancia. En esa dirección, 189 Estados asumen el compromiso colectivo de la comunidad internacional para avanzar hacia el desarrollo humano de los países. En su artículo 12, esta Convención establece el derecho a opinión del niño, entendiendo que puede expresarse libremente.

 

Panamá ratifica la Convención de los Derechos del Niño a través de la ley n.° 15 del 6 de noviembre de 1990, ampliando nuestro marco jurídico en el tema de niñez y adolescencia bajo el compromiso de garantizar la protección de este grupo de toda forma de discriminación o castigo, y con el objetivo de adoptar un instrumento de cooperación internacional que sirva de plataforma de derechos para el mejoramiento de las condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes en todo el país.

 

Otros peldaños alcanzados en materia legal que establecen las bases para el desarrollo de políticas públicas para la infancia y la juventud, lo constituyen la Ley 3 del 17 de mayo de 1994, por la cual se aprueba el Código de la Familia; así como la Ley 14 del 23 de enero de 2009, por la cual se crea la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia; institución regente en el tema de niñez y adolescencia en el país y responsable de llevar adelante las políticas públicas específicas que aseguren la calidad de vida de esta población.

 

Recientemente, mediante la Ley 285 del 24 de noviembre de 2022, se crea el Sistema de Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia. Esta ley desarrolla ampliamente lo que la Convención de los Derechos del Niño estableció con relación a la libertad de opinión de los niños, niñas y adolescentes, instaurando el derecho de participación, como se observa en el artículo 66:

Artículo 66. Todos los niños, niñas y adolescentes, sin distinción alguna, tienen el derecho, de acuerdo con su desarrollo y madurez y bajo la supervisión y orientación de sus padres, madres o representantes legales, de opinar sobre todos los procesos sociales que les conciernen, así como de formar parte de debates sobre temas de actualidad, cultura y sociedad. El ejercicio de este derecho asegura el desarrollo de una conciencia nacional constructiva y responsable, y contribuye a la formación en los valores humanos de solidaridad, tolerancia, justicia social y cultura de paz.

Estos avances representan un importante insumo para continuar trabajando y creando iniciativas y programas que fortalezcan su educación y protección integral, a través de los servicios y programas de formación del Tribunal Electoral para una futura ciudadanía respetuosa, tolerante, honesta y con acceso a la participación en igualdad de condiciones.

Educación en valores democráticos y derechos humanos

 

Desde 1990, al igual que otras instituciones, el Tribunal Electoral se aboca a trabajar en la construcción de ciudadanía a través de la educación. Así, se plantea la necesidad de desarrollar un programa de educación cívica con miras a instaurar valores de la democracia representativa, creando un modelo, hasta el momento desconocido, de formación de actores que participen activamente en el escenario democrático. El programa de educación cívica electoral comprende la educación en valores cívicos que permitan la convivencia pacífica, el respeto y la tolerancia a la pluralidad de opiniones, fomentando una cultura de paz. A su vez, se dirige a la educación ciudadana respecto de los derechos políticos, el sufragio y la democracia.

Las primeras elecciones de la niñez y la adolescencia en Panamá, organizadas por el Instituto de Estudios Democráticos del Tribunal Electoral, como un proceso cívico y democrático dirigido a la infancia y la juventud a partir de los 5 años y hasta antes de cumplir la mayoría de edad (18 años), logró despertar inquietudes y entusiasmo entre sus participantes, quienes dejaron, mediante su voto por los valores, un importante mensaje a los adultos y en especial a los gobernantes y personas encargadas de velar por su educación y protección.

La educación en valores ha sido base importante para la formación de la ciudadanía en todas las sociedades modernas. La filosofía se encargó de desarrollar el pensamiento y las reflexiones acerca del mundo conocido, partiendo de hechos concretos o de ideales. Lo cierto es que hoy podemos valernos de las herramientas que la filosofía y la educación nos proporcionan para formar futuros ciudadanos con conciencia cívica y participativos en el quehacer político, económico y social.

 

En tal sentido, pensando en el desafío que significa abordar desde la educación cívica las particularidades de la niñez y la juventud, se hace necesario sumar esfuerzos con el objetivo de formar una nueva ciudadanía informada y con criterio para saber elegir y aportar sus ideas y opiniones sobre sus problemas y necesidades. El fortalecimiento del programa de educación cívica en las escuelas debe basarse en los valores que queremos dejar sembrados en las futuras generaciones, y que conforman la base de la democracia plural, honesta y equitativa en el acceso a recursos sin distinción por razones políticas, religiosas, raza o género.

 

Las Elecciones de la Niñez y la Adolescencia: 5 de mayo de 2024

 Datos generales

 

Las elecciones de la niñez y la adolescencia se desarrollaron de manera simultánea a las elecciones generales del 5 de mayo de 2024 en 30 centros de votación, ubicados en 15 regiones del país, incluidas las comarcas Ngäbe Buglé y Guna Yala.

 

Perfil del elector/a y la conformación de las corporaciones electorales

Las elecciones de la niñez y la adolescencia en Panamá fueron planificadas para un público en edades comprendidas entre los 5 y los 17 años.

 

En principio se esperaba que la población en estos rangos de edad, que asistiera a votar, fueran los niños, niñas y adolescentes matriculados en las escuelas y colegios que participaron, pero como no se estableció un padrón electoral, la participación fue abierta para todos aquellos(as) que se presentaran ese día a votar, en horario de 9:00 a.m. a 2:00 p.m.

 

Las mesas de votación compuestas por jóvenes en edades de 15 a 17 años dieron fe de estos resultados a través de las 136 actas elaboradas en los centros educativos donde se desarrollaron estas elecciones. Las mesas de votación en cada centro de votación para esta elección estuvieron compuestas por 65 damas y 35 varones menores de edad.

 

El resultado de las elecciones

En la región de Latinoamérica varios países han desarrollado elecciones o consultas infantiles y juveniles.  Las más recientes se han celebrado en países como Costa Rica y Guatemala en 2022 y 2023, respectivamente. Particularmente, estos procesos contemplaron una campaña basada en el aprendizaje del valor de la democracia y la bondad de vivir en un país democrático, así como la importancia del derecho y el deber del voto. La oferta electoral presentada para las elecciones infantiles y juveniles fue la de las candidaturas presidenciales de dichos países. Tales elecciones se desarrollaron no solo en centros educativos, en las diferentes provincias y regiones, sino también en centros comerciales, sedes de asociaciones cívicas y colegios profesionales. Las edades de los electores oscilaron entre los 3 años hasta los 15 años.

 

En Panamá, esta primera elección se desarrolló a manera de plan piloto con miras a formular acciones para el fortalecimiento del programa de educación cívica, que se viene ejecutando entre el Ministerio de Educación y el Tribunal Electoral desde los años noventa.

 

El afianzamiento de una educación basada en valores es la base para moldear una ciudadanía activa y responsable. Los niños, las niñas y adolescentes, que participaron con el apoyo de sus padres y bajo la orientación de sus docentes, tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el desarrollo de una elección como forma de expresión libre y democrática.

 

Cabe destacar que la participación en esta primera elección fue aceptable, pero pudo ser mayor.  Las mesas especiales para las elecciones de la niñez y la adolescencia se habilitaron exclusivamente en los centros educativos seleccionados.

 

Los votos obtenidos por los valores de las Elecciones de la niñez y la adolescencia en Panamá 2024: igualdad, honestidad, respeto y tolerancia, en las mesas de votación, fueron contabilizados en un acta por los miembros de mesa, luego las actas fueron escrutadas y validadas por una Junta Nacional de Escrutinio que sesionó el día 5 de mayo de 2024, en la sede del Tribunal Electoral, con el apoyo del personal del Instituto de Estudios Democráticos.

 

Asimismo, el desarrollo del proceso electoral fue monitoreado por el Equipo INED asignado en cada región. El personal de planta, ubicado en la sede del Tribunal Electoral, dio seguimiento al proceso en la provincia de Panamá y Panamá Oeste, asesorando y supervisando para que todas las acciones se realizaran como estaba establecido en el instructivo de mesa.

 

En ese sentido, uno de los primeros hallazgos que se destaca es que hubo participación de electores en todos los centros educativos habilitado para las elecciones de la niñez y la adolescencia, para un total de 6,435 en el ámbito nacional.

 

Al analizar los resultados por región, encontramos que la mayor participación se dio en la región de Panamá Centro con 14% del total de electores; seguido por la región de Panamá Oeste con 9.66% en La Chorrera; y 8.8% en Arraiján.

 

Seguidamente, hubo buena participación en la región de Chiriquí con 7.45% del total de electores; en Panamá Norte con 7.14%; en San Miguelito con 6.76%; en Veraguas con 5.65%; Panamá Este con 4.9%; seguida por Coclé y Bocas del Toro con 4.8% y 4.5%, respectivamente.

 

En las regiones de provincias centrales, Herrera, Los Santos, así como en Darién y las comarcas indígenas, fue donde se registraron los porcentajes más bajos de participación, entre el 3% y el 2%.  Esta situación puede atribuirse a falta de recursos para movilizarse hacia los centros de votación, a la falta de garantía del acompañamiento de los padres de familia, o a la falta de conocimiento acerca del proyecto.

 

En cuanto a la participación de la niñez y la adolescencia según el género, encontramos que, del total de 6,435 electores, el 54% fueron del género femenino, y el 46%, del masculino, como se muestra a continuación.

Gráfico 1.

 

 

La edad de los(as) votantes también se constituye en un dato importante para la toma de decisiones en cuanto al futuro de este proyecto.

Ver el gráfico a continuación.

 

 

 

 

 

 

 

Gráfico 2.

 

 

En cuanto a la edad de los electores(as), se observó ‒en todas las regiones‒ que más de la mitad de los electores oscilaba entre las edades de 5 a 10 años (54.4%), seguido por el grupo de 11 a 14 años (24.2%). Mientras tanto, el grupo de los adolescentes, de entre 15 y 17 años, participó en un 21.2%.

 

Las alianzas estratégicas

 

El desarrollo de estas elecciones contó con el valioso respaldo y apoyo técnico de un Consejo Asesor y Promotor, conformado por instituciones públicas, organismos internacionales y organizaciones cívicas como el Ministerio de Educación (MEDUCA), la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNIAF), la Secretaría Nacional de la Discapacidad (SENADIS), el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), el Club Activo 20-30, la Asociación de Muchachas Guías, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Asociación Panameña de Debate (ASPADE).

 

Es válido reconocer el esfuerzo del personal INED asignado a trabajar este proyecto en las 15 regiones donde se encuentran las oficinas regionales del Tribunal Electoral, así como destacar el apoyo recibido por parte de docentes y padres de familia, que en conjunto llevó a obtener resultados exitosos, que nos llevan a proponer el fortalecimiento del proyecto con miras a formar parte de los programas permanentes de educación para la formación de una  futura ciudadanía participativa y con plenas capacidades para tomar decisiones informadas.

 

La niñez y la adolescencia en Panamá eligió el Respeto

En las elecciones de la niñez y la adolescencia 2024 se tuvo como objetivo dirigir la atención de los nuevos electores hacia la educación en valores cívicos y democráticos. Esta población eligió entre cuatro valores, aquel que consideraban se debía practicar más en su comunidad: la igualdad, el respeto, la honestidad y la tolerancia.

 

Cada valor obtuvo una cantidad de votos por parte del electorado de infantes y adolescentes, en el orden siguiente: el respeto fue el valor más votado de este evento con 2,774 votos; honestidad obtuvo 1,741 votos; igualdad, 1,044 votos y tolerancia, 561 votos.

 

En esta elección sobresale la expresión de los niños, niñas y jóvenes en favor del respeto, como valor fundamental que debe ser practicado en su comunidad, entendiendo por ello su círculo más próximo: familia, escuela, grupos dentro de los cuales se aprende a través de las interacciones diarias, la importancia de la convivencia social, reconociendo que todas las personas merecen respeto independientemente de su edad, género, discapacidad, clase social, ideas políticas o religiosas. Significa valorar la dignidad de cada individuo, independientemente de sus diferencias. El respeto se manifiesta a través de la consideración por las opiniones, creencias y sentimientos de los demás, creando un ambiente de confianza y aceptación. Al practicar el respeto, no solo promovemos la empatía y la tolerancia, sino que también contribuimos al fortalecimiento de comunidades unidas y solidarias. En esencia, el respeto es un pilar que sostiene la convivencia pacífica en una sociedad democrática.

 

 

Acciones futuras para el fortalecimiento del programa

El resultado de estas primeras elecciones de la niñez y la adolescencia nos llevan a reflexionar en cuanto a qué propuestas se desprenden y qué podemos hacer desde la institucionalidad para promover cambios a través de la educación cívica electoral y de las alianzas estratégicas con instituciones y organizaciones miembros del Consejo Asesor y Promotor

 

Luego de las elecciones se organizó una reunión orientada a evaluar la tarea realizada y los retos que presenta el resultado obtenido, por lo que cada organización e institución hizo aportes significativos, que formarán parte de las primeras acciones dirigidas a mejorar el plan piloto, para que se incorpore como un programa de educación cívica electoral y del plan general de elecciones para los próximos comicios. A continuación, se detallan algunas ideas sobre las que se puede empezar a trabajar:

 

  • Realizar campañas en torno al valor del respeto, a modo de rendición de cuentas, con la sociedad y sobre todo con infantes y adolescentes que se identificaron principalmente con este valo
  • Involucrar, sensibilizar y capacitar a docentes y padres de familia en la temática cívica electoral y la importancia de saber elegir desde edades tempranas.
  • Utilizar la tecnología para acercarse a la niñez y la juventud y permitirles expresarse respecto de diversos temas de relevancia para ellos y de la sociedad en su conjunto.

Cabe destacar que se realizó una gira evaluativa por parte del equipo técnico de la Comisión INED del Tribunal Electoral y que obtuvo información valiosa por parte del Equipo INED de las sedes regionales, sobre la cual se puede trabajar a fin de mejorar el programa educativo electoral para niñas, niños y adolescentes. Se destacan como aspectos positivos:

  • Buena comunicación entre la Comisión INED y el equipo INED Regional.
  • Se recibió apoyo de las direcciones regionales de Organización Electoral, Registro Civil y Cedulación para el éxito de las elecciones.
  • Se contó con la asignación de recursos para la compra de mobiliario, materiales, alquiler de espacios y vehículos.
  • El personal que desarrolló las capacitaciones a los miembros de mesa y junta de escrutinio conocía bien el tema y tenía experiencia.
  • Se contó con autorización de los acudientes de los(as) estudiantes que fungieron como miembros de mesa y junta de las ENA el día de las elecciones.
  • No se registraron incidentes el día 5 de mayo de 2024 con los electores que acudieron a los centros de votación a ejercer el sufragio.

 

De este proceso surgen recomendaciones que serán tomadas en cuenta en los comicios del año 2029. Se detallan algunas de ellas:

 

  • Definir una o varias fechas para el desarrollo de las ENA, que no coincida con el día de las elecciones, para evitar poner a los niños y jóvenes en situaciones de riesgo.
  • Establecer que el proyecto sea un programa continuo.
  • Incrementar la cantidad de centros educativos participantes.
  • Ampliar la participación de docentes en las jornadas de sensibilización de las próximas elecciones.
  • Elegir personal en las regionales que cuente con un perfil específico, que los habilite para trabajar este tipo de programas con niñez y adolescencia
  • Dedicar el tiempo necesario y suficiente a trabajar en la revisión de materiales tales como el Reglamento de Elecciones, en la organización de las capacitaciones, en las inspecciones a centros educativos y en la relación con los docentes de los distintos centros educativos.

 

La juventud que apoyó la realización de estas primeras Elecciones de la niñez y la adolescencia en Panamá tuvo oportunidad de evaluar este proceso, en conjunto con el equipo técnico del INED. Para ello se organizaron grupos focales en los centros educativos de las once regiones en donde se realizaron las ENA. Los jóvenes expresaron que tuvieron una excelente experiencia, ya que pudieron comprender la importancia de la participación en los procesos electorales y de practicar los valores. Además, reconocieron que la capacitación y los materiales impartidos fueron de gran apoyo para desempeñarse por primera vez en esta tarea.

 

Entre las recomendaciones que surgieron de este ejercicio con los miembros de mesa se destacó la importancia de continuar la sensibilización a directivos y docentes, para que se involucren en el desarrollo del proyecto.

 

Con relación a la participación y selección de los estudiantes miembros de mesa, consideraron que se debe mantener el promedio mínimo de 4.0, a fin de motivarlos a continuar esforzándose en sus estudios.

 

En cuanto al día de las elecciones, recomendaron que se debe mejorar la ubicación de los recintos de votación, a fin de que haya mejor accesibilidad para el voto de niños, niñas y adolescentes.

 

A modo de conclusión

 

La experiencia de esta elección que se realiza por primera vez desde el Tribunal Electoral involucró recursos humanos y materiales, dejándonos importantes reflexiones en torno al desarrollo de nuestros procesos electorales y a importancia de la educación cívica que actualmente se implementa en los centros educativos.

Ha sido interesante constatar que en un corto tiempo se logró aunar esfuerzos con organizaciones e instituciones del sector educativo y la sociedad civil.

La apuesta por construir fuentes de mejoramiento de nuestros procesos electorales se refleja en esta nueva semilla que plantamos a partir de 2024, ya que veremos los frutos de aquí a uno o dos lustros, cuando esa nueva ciudadanía se comprometa con una participación, consciente e informada.

La legislación que forma parte de este informe de rendición de cuentas constituye un insumo fundamental para el desarrollo de los programas de educación cívica, en conjunto con las instituciones llamadas a llevar adelante las políticas públicas de niñez, adolescencia, educación y familia en nuestro país.

Los retos son muchos, la educación del siglo XXI demanda el uso de la tecnología, la inteligencia artificial y las redes sociales, y se requerirá que las personas, agentes o individuos sean capaces de observar críticamente la realidad y proponer los cambios necesarios para avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.

Es indispensable seguir revisando este primer proyecto piloto de la mano de todos los organismos, instituciones y alianzas que logramos en este período, a fin de que se constituya en un programa educativo actualizado, humano y sostenible. El Tribunal Electoral debe asumirlo como una herramienta para la formación de la niñez y la adolescencia quienes serán los futuros ciudadanos que el país necesita.

 

Agradecimientos

Una de las grandes virtudes con las que contamos, por fortuna, es la de agradecer. Solo con esta acción nos permitimos reconocer el esfuerzo de todas las personas, que con su trabajo hacen posible llevar adelante las iniciativas y los proyectos que como Tribunal Electoral nos proponemos.

En tal sentido agradezco a la Lcda. Brenda Tamayo y al equipo de mi despacho por su compromiso de coordinar este proyecto. Al Instituto de Estudios Democráticos desde sus directivos, Salvador Sánchez y Carlos Díaz, a Aneth Zambrano, jefa de Formación ciudadana en democracia del INED, y a todo el equipo de esta dirección que desarrollan labores encaminadas a informar, educar y formar a la ciudadanía. Al Consejo Asesor y Promotor de las Elecciones de la niñez y la adolescencia, conformado por instituciones y organizaciones que trabajan por la protección, educación y los derechos humanos de la niñez, a nivel local, regional y global, porque sin sus aportes no hubiese sido posible llevar adelante este proyecto: muchas gracias.

Por supuesto al equipo INED regional (integrado principalmente por colaboradores de las direcciones de Registro Civil y Cedulación), quienes nos apoyaron asumiendo nuevas tareas, en medio de la organización del proceso electoral general; a todos y todas, desde los directivos y el personal de las 15 direcciones regionales del Tribunal Electoral: eterno agradecimiento.

Al personal docente y directivo de centros educativos en cada región, que dieron un sí, involucrándose y creyendo en el proyecto: muchas gracias. A los padres de familia que apoyaron a sus hijos e hijas que participaron como miembros de mesa, junta de escrutinio, acompañándolos a participar de manera cívica en estas elecciones: nuestro total agradecimiento.

En general, al funcionariado del Tribunal Electoral en todo el país, porque al cumplir con sus labores nos hacemos grandes y se fortalece nuestra democracia.

 

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