Por Oscar Antonio Adames
En esta era digital se hace cada vez más imprescindible el uso de herramientas tecnológicas, que nos permitan fomentar la participación ciudadana en nuestras democracias.
Para la Elección General del 5 de mayo de 2024, el Tribunal Electoral (TE) de Panamá apostó nuevamente, a través de la campaña “Voto Informado”, por organizar y producir los Debates Regionales para acercar el proceso electoral a la juventud y a los votantes de gobiernos locales. Un espacio donde candidatos a diputados, alcaldes y representantes de corregimiento tuvieron la oportunidad de presentar y debatir sobre sus propuestas.
Pero esta vez, a diferencia de 2019, con cambios sustanciales en la metodología que permitiera un mayor debate entre los candidatos, basados en sus propuestas, la inserción de preguntas de la ciudadanía en el formato, previamente enviadas, y una producción con tecnología de punta, atractiva y al nivel de quienes participaban en la contienda electoral por los partidos políticos y la figura de la libre postulación.
Estos debates regionales, organizados y producidos por el Tribunal Electoral, se transmitían en vivo por nuestro canal de YouTube @TEPANAMA y de forma simultánea a través de nuestras plataformas en instagram, facebook, equis y tiktok.
Este proyecto, que inició de la mano del magistrado Alfredo Juncá Wendehake en 2019, surgió de una iniciativa que pudiera abarcar un nuevo sistema de participación ciudadana. En aquel momento, el reto era enorme y las expectativas estaban al máximo, ya que era la primera vez en la historia democrática del país que llevábamos a cabo un proyecto de esta magnitud.
«Con los debates regionales, la institución llega a la raíz de la democracia, no solo dándole la oportunidad a los candidatos, sino también a la ciudadanía, para que pueda escuchar un debate de altura en las circunscripciones locales, de la oferta electoral que convive con ellos a diario», expresó el magistrado Juncá Wendehake.
Experiencia y alcance
Los desafíos fueron enormes. Primero definir las circunscripciones que serían tomadas en cuenta de acuerdo con la población electoral, pero sobre todo enmarcarnos en el Código Electoral que define claramente el periodo de campaña de 90 días.
En ese periodo el equipo coordinador, liderado por el compañero Ricardo Baruco, debía establecer las estrategias, la cantidad de debates por día y las rutas para atender a las 10 provincias y a dos de las 6 áreas comarcales de la República de Panamá (Ngäbe Buglé y Guna Yala).
«En 2024, el proyecto continuó, y nuevamente fui convocado, pero esta vez con la responsabilidad de liderar el equipo; un desafío aún mayor para mí. A nivel personal, me propuse elevar el nivel del proyecto y desarrollar una plataforma que permitiera, a la mayor cantidad posible de ciudadanos, conocer de manera integral a sus candidatos y sus propuestas», nos comenta Baruco.
Para lograrlo, se estableció la meta de ampliar la cobertura a más circuitos, distritos y corregimientos. «Presenté la propuesta de aumentar la cantidad de debates regionales de 40 en 2019 a 122 en 2024, brindando así la oportunidad de debatir y presentar sus propuestas a más candidatos».
La idea era superar el piloto de los debates regionales organizados y producidos por el TE en las elecciones 2019, abriendo una ventana y ofreciendo una valiosa herramienta de alcance para todos los candidatos en igualdad de condiciones, sobre todo para aquellos que no contaban con los recursos que les permitieran llegar a su electorado.
Estamos hablando de candidatos y líderes naturales de regiones apartadas del país que, a través de este instrumento que le ofrecía el organismo electoral, lograron visibilizarse como parte de la oferta electoral.
Otro aspecto fundamental en esta nueva versión del proyecto fue la estructura de los debates. Una de las interrogantes clave que manejó el equipo fue: ¿Cómo lograr que los candidatos debatieran y presentaran propuestas alineadas con sus cargos? Esta inquietud surgió a raíz de la experiencia en los debates regionales de 2019. Para responderla, se tuvo que estudiar tanto la Constitución Nacional como el Código Electoral, lo que permitió diseñar formatos de debate personalizados según cada cargo. Esto garantizó que el electorado pudiera escuchar propuestas concretas y relevantes para cada puesto de elección popular.
La proyección para la elección de 2024 era aumentar la participación de los candidatos, así como del electorado dentro del proceso electoral, buscando el sano desarrollo antes de las elecciones. Así como llevar a cabo un proyecto con los más altos estándares de producción digital nunca vistos.
Con estos objetivos, el equipo se apoyó en los directores regionales y sus equipos en cada provincia o región, quienes captaban a los candidatos interesados en participar de estos debates, además de otros detalles de la logística que implicaba un proyecto como este.
Fueron debates “históricos”. La producción se incrementó en más del 200%, en comparación con los del 2019, con un formato más inclusivo; se incorporó a una moderadora y dos intérpretes de lengua de señas.
Con dos moderadores en el set se logró un mejor desarrollo de los nuevos formatos de debate y permitió aumentar la cantidad no solo de participantes, sino también del volumen de eventos por día.
Las intérpretes de lengua de señas que se sumaron al proyecto eran parte de la institución, y con su trabajo en pantalla se dio un impulso importante a los debates para incluir a ese segmento de electores. Ambas se alternaban por evento para atender e interpretar cada palabra y propuesta de los candidatos.
Fue un trabajo titánico, con jornadas diarias de más de 16 horas; debates con hasta 12 candidatos por episodio; una participación ciudadana masiva y un despliegue de seguridad impecable; en coordinación con el Cuerpo de Delegados Electorales. Con este esfuerzo, logramos posicionar al Tribunal Electoral de Panamá como pionero a nivel regional en la implementación de debates para candidatos a puestos de elección popular, marcando un antes y un después en la producción de este tipo de formatos.
Se realizaba un promedio de cuatro debates por día, con un equipo comprometido con alcanzar las metas trazadas y con la mística, en medio proceso electoral, de abrir los espacios a la participación, a la presentación de propuestas; todas dirigidas a mejorar su entorno y el país en general.
Durante este periplo como moderador, logramos experimentar un sinnúmero de coloridas anécdotas que reforzaron el compromiso que debemos tener todos los ciudadanos con el fortalecimiento de nuestra democracia.
Escuchar en cada debate las vivencias de situaciones de carencias, dificultades y necesidades en cada región del país, pero también de soluciones, en las voces de hombres y mujeres que aspiraban a un cargo de elección popular era esperanzador.
Aliados estratégicos
Ya lo mencionamos antes, para lograr los resultados como institución se coordinó con aliados estratégicos que nos brindaron su apoyo. En este caso, para establecer los espacios donde realizarían los debates por provincia como, el Ministerio de Educación (MEDUCA), Universidad de Panamá (UP), Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), Universidad Especializada de las Américas (UDELAS) e ISAE Universidad.
Los medios de comunicación, quienes también forman parte del proceso electoral, tradicionales y digitales, en todo el país, nos ofrecieron los espacios para la divulgación de los debates regionales, generando mucho contenido en torno a esta actividad en positivo que refuerza nuestra democracia.
Incluso, se estableció un acuerdo con el diario La Estrella de Panamá, la decana de los medios impresos del país creado el 24 de febrero de 1849, para incluir una moderadora de su equipo de periodistas que se integraba en los principales debates de alcaldes del país, con trasmisiones en vivo por este medio de comunicación a través de sus plataformas digitales.
Innovación
Uno de los mayores retos fue la producción. Queríamos un formato que integrara las tendencias actuales en televisión y plataformas digitales, con tecnología de punta y una imagen dinámica y atractiva. Pasamos de escenarios con materiales adhesivos a tecnología Smart LED de última generación, lo que permitió una experiencia visual más inmersiva y cómoda, tanto para las audiencias como para los propios candidatos. La prioridad era que el electorado recibiera la información de manera clara, efectiva y atractiva.
Ahora bien, muchos se preguntarán: ¿qué pasó con el público que quería presenciar los debates en vivo? También tomamos esto en cuenta y seleccionamos escenarios emblemáticos en cada provincia, asegurándonos de que fueran espacios cómodos y accesibles. En coordinación con los estamentos de seguridad, garantizamos la integridad de los asistentes, logrando que la experiencia presencial fuera ordenada y enriquecedora, sin afectar la concentración de los candidatos durante el debate.
Ariel Thirwall, jefe de producción del Centro de Estudio y Monitoreo Digital (CEMD), señala que desde el punto de vista operativo, la logística fue un desafío significativo. El montaje y desmontaje de escenografía, la coordinación técnica, el ajuste de tiempos en vivo y la producción de contenido previo exigieron una sincronización impecable. Sin embargo, el esfuerzo valió la pena, asegurando una transmisión eficiente y profesional.
Uno de los cambios más importantes fue la escenografía. En los debates del 2019 eran unos backings rotulados, y en los debates regionales 2024 se les dio un giro digital a pantallas LED, con una pantalla principal de 3×4 metros y 2 pantallas laterales de 2×3 metros, que conformaban la visual principal de los debates.
Para la transmisión, el jefe de proyectos del CEMD, Efraín Santizo, nos amplia que se realizó un upgrade de las cámaras de transmisión. «Contábamos con unas sonyxdcam y se reemplazaron por unas blackmagic studio camera 4k pro g2 con lentes intercambiables. Fue necesario esta actualización ya que las primeras cámaras que utilizábamos no tenían resolución 2k y los lentes tenían limitaciones en cuanto a distancia y enfoque».
Para el mezclador de vídeo se utilizó Atem mini extreme ISO, el cual permitía añadir en la imagen a la intérprete de lenguaje de señas, además de colocar el cronómetro dentro de la señal principal para que la audiencia también pudiera observar el tiempo con el que contaban los candidatos para sus intervenciones.
Un sistema de intercom mantenía la coordinación entre la producción y el personal de sala, lo que facilitaba la comunicación y coordinación para los cambios de cada bloque y del contenido audiovisual que se colocaría en estos tiempos.
Para el público que asistía a apoyar a sus candidatos y no podía ingresar al recinto, se les habilitó una pantalla led de exterior en la cual se le enviaba señal en directo con un sistema de audio de alta fidelidad, generando emociones en cada intervención de sus simpatizantes, afianzando la fiesta democrática que se vivía.
En una logística previa a los debates se adquirieron 20 enlaces de internet en todo el país para la transmisión junto con UFINET, los cuales brindaron una conexión estable y confiable en cada sitio desde las provincias de Bocas del Toro hasta Darién, en cada extremo del país.
El personal técnico se incrementó en un 40%, para más tiros de cámaras, 1 TV de 55¨ montada en una estructura truss, en donde se proyectaba el cronómetro para los tiempos y otro TV 55¨, donde se mostraba una señal en vivo del debate que se utilizaba como un monitor auxiliar para los moderadores y los participantes.
«La sinergia del equipo fue el corazón de este proyecto. Ver a cada uno de los compañeros aportar su talento y dedicación; resolver imprevistos con profesionalismo, y mantener la pasión por lo que hacíamos hizo que todo el esfuerzo superara los costos. Esta experiencia no solo reafirmó la importancia del trabajo en equipo, sino también el impacto que una producción bien ejecutada puede tener en la democracia y en la ciudadanía», reflexionó Santizo.
Sin duda este proyecto no habría sido posible sin el esfuerzo incansable del personal, desde el equipo técnico hasta los presentadores, periodistas y colaboradores del Tribunal Electoral en la geografía del país. Todos desempeñaron un papel clave. Fueron días interminables, pero cada sacrificio se vio reflejado en el éxito de cada debate.
Concluido el proyecto, como equipo sentimos un profundo orgullo de formar parte de esta institución y de haber tenido la oportunidad de pertenecer a un proyecto de este calibre. No solo hicimos democracia; también aportamos nuestro granito de arena al proceso electoral, consolidando un espacio para el debate, la transparencia y la participación ciudadana.