Julio César Pérez Martínez

Investigador académico (Tribunal Electoral) y profesor de derecho (Universidad Católica Santa María la Antigua).

 

 Informe de IDEA Internacional sobre el estado de la democracia

 

El Índice de estado de la democracia en el mundo del 2021, elaborado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), mide cinco atributos de las democracias los cuales son: gobierno representativo, derechos fundamentales, control del gobierno, administración imparcial y participación. En este índice Panamá se encuentra dentro de la categoría de “desempeño medio”, siendo Uruguay el único país de la región latinoamericana que tiene un desempeño alto. Cabe destacar que en este índice no únicamente se evalúa la democracia desde el nivel de representatividad que tenga, sino que también se evalúan factores como el cumplimiento de los derechos sociales de los ciudadanos. Por lo tanto, a la República de Panamá aún le hace falta mejorar para gozar de una democracia fuerte y que garantice los derechos de sociales de la ciudadanía tales como:  salud o educación de calidad para poder considerar que existe un cumplimiento pleno de los valores democráticos.

 

  1. El índice de estado de derecho del World Justice Project

 

El Índice de Estado de Derecho del 2023 del World Justice Project, que evalúa cuatro principios fundamentales en los Estados modernos, los cuales son: rendición de cuentas, leyes justas, gobierno abierto y mecanismos accesibles e imparciales para resolver disputas.

Para el caso que nos ocupa, Panamá se sitúa en la posición 74 de 142 países evaluados, obteniendo una puntuación de 0.51 sobre 1, siendo 1 el puntaje que indica mayor respeto por el estado de derecho. Estos resultados arrojan que Panamá se sitúa en la mitad de los países evaluados en cuanto al respeto por su Estado de derecho, pero en los factores más preocupantes, en los cuales Panamá se encuentra entre los peores países del mundo, es en el factor de justicia criminal 106/142 y en el de ausencia de corrupción 98/142.

 

Este resultado nos indica que en Panamá existe un estado de derecho, pero el mismo se encuentra fuertemente debilitado a consecuencia de la gran corrupción gubernamental. Pero, paradójicamente en el factor de derechos fundamentales, Panamá se encuentra bien posicionado, ubicándose en la posición 49 de 142 países. Lo que quiere decir que principalmente en materia de derechos políticos e individuales no existen restricciones mayores.

 

 

  1. Barómetro de las Américas del Proyecto de Opinión Pública de América Latina

 

Según el estudio titulado “Barómetro de las Américas 2021”, realizado por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina, es un centro de excelencia en la investigación internacional por encuestas, de Vanderbilt University de los Estados Unidos de América, se encontraron los siguientes resultados para la República de Panamá:

 

  1. El 61% de los encuestados en la República de Panamá considera que la democracia es la mejor forma de gobierno, aunque tenga problemas. Es decir, en sentido poco más de un tercio de la población no considera a la democracia como una buena forma de gobierno.

 

Panamá se encuentra justo en la media regional, ya que el 61% de los ciudadanos de América Latina consideran a la democracia como la mejor forma de gobierno. Hay que tomar en cuenta que la mayoría de los países latinoamericanos tuvieron gobiernos dictatoriales en el siglo XX, por lo tanto han conocido las bondades de regímenes autocráticos como poliárquicos.

Es interesante apuntar que en el año 2004 la media de apoyo a la democracia en la región latinoamericana alcanzaba un 68% de simpatía; por lo que hoy en día tenemos niveles más bajos de preferencia por la democracia que los de hace dos décadas atrás.

 

  1. El 42% de los panameños encuestados toleraría y aceptaría un golpe de Estado cuando existan altos niveles de corrupción en el país. Este resultado es interesante ya que un gran porcentaje de la población panameña estaría dispuesta a que se diera una ruptura del orden constitucional y democrático en el caso de que los gobernantes electos mediante los votos puedan ser removidos de su cargo por la fuerza en caso de mantener altos niveles de corrupción en la administración del Estado. Pero aún la mayoría de los panameños, un 58%, no justificaría una ruptura del orden constitucional por casos de corrupción.

 

  1. En Panamá solo un 22% de los encuetados estaría de acuerdo con un líder fuerte, aunque incumpla las reglas para obtener resultados. Este resultado demuestra que los ciudadanos panameños conservan una alta estima por los valores constitucionales que rigen la vida democrática del país, y por lo tanto las acciones de una gestión gubernamental para ser válidas siempre deben respetar los preceptos constitucionales. Por lo tanto, el pueblo panameño no aceptará bienestar social o económico sin el respeto a sus instituciones.

 

  1. En lo referente a la satisfacción con el sistema de gobierno democrático, solo el 38% de los encuestados en la República de Panamá manifestó estar satisfecho con el funcionamiento de la democracia. Por lo tanto, aunque casi dos tercios de los panameños manifiesta estar de acuerdo con el sistema de gobierno democrático, esa misma cantidad de personas se encuentra insatisfecha con la misma. Este resultado indica que teóricamente la democracia es bien vista, es decir, apoyar a los regímenes autoritarios no se considera una opinión aceptada o popular. Pero cuando se le pregunta al ciudadano por el grado de satisfacción de ese modelo teórico de democracia, claramente se refleja que la democracia no resuelve las demandas sociales, lo que provoca malestar con el sistema.

 

  1. El 62% de los panameños estaría de acuerdo con renunciar a las elecciones pero que el gobierno garantice ingresos y servicios básicos, pero sin renunciar a la libertad de expresión. Este dato demuestra que la mayoría de las personas prefieren una vida digna renunciando a sus derechos políticos, que son derechos humanos individuales garantizados en la Constitución nacional para gozar de un estado bienestar personal. Este resultado es contrastante con los valores democráticos ya que no se puede tener sistema democrático que no cuente con elecciones para escoger en los puestos de dirección pública a los representantes de los ciudadanos.

 

  1. En lo relativo a la preferencia de que las decisiones sean tomadas por los ciudadanos mediante el voto directo en lugar de que lo hagan los representantes del pueblo, el 82% de los panameños prefiere esta vía. Esto indudablemente es un reflejo de la desilusión y descontento que la ciudadanía tiene con relación a la forma de gobernar de los representantes electos.

 

  1. En cuanto a la pregunta que si ¿Al tribunal constitucional panameño debería quitársele poder? El 33% de los encuestados respondió que no. Lo que confirma la preferencia del panameño por contar con una separación de poderes según lo dicta la teoría democrática. Pero esta posición puede deberse a que la población confía aún menos en el congreso que en los jueces, y por lo tanto es preferible no darle más poder al Órgano Legislativo.

 

  1. Sobre el informe de LAPOP del año 2023 destacan los siguientes resultados: solo el 29% de los panameños considera que el voto es la mejor forma de influenciar en cambios políticos. Lo que claramente alerta que para el panameño es indiferente qué político gane las elecciones ya que el resultado, en términos de cambio de política (social o económica) no es visible, el statu quo no será alterado y la forma de administrar el Estado será la misma. Además, solo el 26% de los panameños confía en la Corte Suprema de Justicia, el 19 % en el legislativo y 24% en el presidente.

 

 

  1. Índice de capacidad para combatir la corrupción

 

Si comparamos los resultados del apartado anterior con el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC) del 2023, elaborado por el Americas Society/Council of the Americas, que evalúa la capacidad de los países de América Latina para detectar, castigar y prevenir la corrupción, es paradójico que en la variable “Movilización de la sociedad civil contra la corrupción”, es en la cual Panamá obtiene su puntuación más baja con 3.67/10, y que además se encuentra muy por debajo de la media regional. Digo que es paradójico ya que si bien un alto número de los panameños considera la corrupción como una causa para legitimar un golpe de Estado (según el estudio anterior), lo cierto es que esa misma ciudadanía no realiza manifestaciones o protestas reales que obliguen o fuercen a los gobernantes a tener un cambio de actitud.

 

  1. Índice de calidad institucional

 

El Índice de calidad institucional del 2023, publicado por la Red Liberal de América Latina (RELIAL), ubica a Panamá con una puntuación de 0.58 sobre 1 (y la posición 11 en América), y entre las recomendaciones de RELIAL se insta al país a realizar acciones para mejorar su calidad institucional con la finalidad de respetar las garantías fundamentales de los ciudadanos; esto con el objetivo de reforzar las instituciones democráticas del país (estas recomendaciones son del 2021).

 

  1. Informe Gobernanza, Democracia y Desarrollo en América Latina y el Caribe

 

En el informe Gobernanza, Democracia y Desarrollo en América Latina y el Caribe del 2022, elaborado con conjunto por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional) y por El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se obtuvo como resultado que el 81% de los panameños consideran que cree se está gobernado en beneficio de los intereses de unos pocos. Esto es altamente alarmante ya que la media regional es de 77%. Esto es un indicador de que los panameños consideran que los valores democráticos de igualdad de trato y de oportunidades para todos no se están cumpliendo, y eso significa que los gobernantes están administrando el Estado de forma corrupta y contraria a la Constitución de la República. Uno de los valores fundamentales de la democracia es que el gobierno debe procurar bienestar para todos sus asociados y no solo para unos cuantos.

 

  1. Informe de la Corporación Latinobarómetro

 

Según el informe del año 2023 de la Corporación Latinobarómetro:

  1. Panamá es el cuarto país de la región latinoamericana con mayor indiferencia al régimen democrático de gobierno alcanzado un 33% (es decir, a un tercio de los panameños le da igual un régimen democrático a uno no democrático). Esta indiferencia es parte sustantiva de la decepción por el bajo nivel, el mal funcionamiento, de la democracia. Esta decepción aumenta con el paso del tiempo, ya que el año 2010 el promedio regional era del 16% y en el 2020 es del 27%. Es aquí y no en el autoritarismo donde se refugian los decepcionados con la democracia.
  2. Solo el 13% de los panameños prefieren un gobierno autoritario a uno democrático. Esto quiere decir que la democracia cada vez más ha demostrado no poder responder a las demandas sociales, y por lo tanto ha pasado de ser un modelo ideal, en el que las personas lo consideraban la solución a los grandes problemas que se tenían en el pasado, ocasionados por regímenes autocráticos, a un sistema que en la práctica también tiene sus fallas, y por eso se produce una indiferencia o un desencanto con el sistema democrático. Pero paradójicamente aún se sigue viendo el autoritarismo como una amenaza al sistema democrático ideal y, por lo tanto, no preferible y no deseable por la gran mayoría de los panameños.
  3. El apoyo a la democracia versus otra forma de gobierno en el país es de apenas un 46% en el 2020. Si lo comparamos con el resultado del año 1996, donde el apoyo a la democracia en Panamá se encontraba a niveles muy altos, alcanzando el 75%; eso refleja que en menos de tres décadas el apoyo a la democracia en el país ha caído en un 30%. Más de la mitad de los panameños estaría dispuesta a aceptar otra forma de gobierno distinta a la democracia, pero que no sea la autocracia. Esto debido a que la democracia está demostrando fracasar en el cumplimiento de sus dimensiones sociales y económicas para generar bienestar.
  4. El 53%, es decir, más de la mitad de los panameños, no le importa que un gobierno no democrático llegara al poder si resolviera problemas. Este resultado concuerda con el obtenido en el Barómetro de las Américas 2021 de LAPOP. Por lo que realmente al ciudadano panameño lo que le interesa es tener bienestar social y económico más que una forma política de gobierno democrática que no resuelva problemas.
  5. En cuanto a la confianza en el gobierno (Órgano Ejecutivo) y en el poder judicial, se ubican ambas en un 23%, pero la confianza en el Órgano Legislativo únicamente alcanza un 15%, encontrándose Panamá, siempre por debajo de la media regional que se sitúa en 27%, 25% y 20% respectivamente. (Datos del informe del año 2021, el informe del 2023 no midió esta dimensión).
  6. El 52% de los panameños son exigentes de sus derechos con el gobierno. (Datos del informe del año 2021, el informe del 2023 no midió esta dimensión).
  7. En lo relativo a la disposición a protestar, el panameño estaría dispuesto a protestar en primer lugar por salud y educación en un 74%; contra la desigualdad en un 72%; contra la corrupción en un 72%; y por un mejor salario en un 64%. Es interesante que las causas sociales provocan en el panameño un alto índice de protestas. (Datos del informe del año 2021, el informe del 2023 no midió esta dimensión).
  8. Panamá es el cuarto país más insatisfecho con la democracia de la región con un 83%.
  9. Panamá es el país de América latina que está más de acuerdo en considerar que sí puede haber democracia sin partidos políticos, por la gran desconfianza que hay en ellos. En otras palabras, el 64% de los panameños considera que la democracia puede funcionar sin partidos políticos. Esto es curioso ya que, según datos del Tribunal Electoral del 30 de enero de 2024, el 55% de los ciudadanos, es decir, 1,659,300 de las personas panameñas mayores de edad, están afiliadas a un partido político.

 

El informe del Latinobarómetro del año 2023 concluye lo siguiente: “Panamá, si bien tiene 46% de apoyo a la democracia, este ha aumentado once puntos porcentuales desde 2020 (35%). Allí también disminuye seis puntos porcentuales en la indiferencia al tipo de régimen, llegando a 33% en 2023 (39% en 2020), y el autoritarismo disminuye un punto porcentual llegando al 13% en 2023. Panamá, si bien tiene menos de la mitad de su población que apoya la democracia, no está en recesión como los otros países, evoluciona en un sentido positivo”.

 

  1. Índice de desarrollo humano del PNUD

 

El índice de desarrollo humano que realiza el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en su informe del 2022, que mide factores del desarrollo humano tales como educación, pobreza, desigualdad y cambio climático, evalúa a Panamá con un alto índice de desarrollo humano. Por lo cual pareciera que, aunque el sistema democrático panameño no es el más óptimo debido a la corrupción o a un sistema educativo deficiente; los ciudadanos sí tienen oportunidades de movilidad social reales que los alejen de la pobreza, lo que se traduce entonces en que una gran parte de la población panameña tiene sus necesidades básicas cubiertas. Cundo en una sociedad moderna no hay grandes niveles de pobreza muy rara vez la ciudadanía se rebelará contra los gobernantes.

 

  1. Índice Gini de desigualdad

 

El Índice de Gini del Banco Mundial, que es una fórmula para evaluar la desigualdad de ingresos por país de 1 a 100, donde 100 significa mayor desigualdad. Panamá se ubica entre los países más desiguales del mundo con un índice de 49.  Este resultado es paradigmático, si lo comparamos con el índice de desarrollo humano, ya que, en Panamá, aunque exista una gran diferencia de ingresos (que puede generar un malestar social), eso no significa que existan niveles altos de pobreza, sino todo lo contrario, gran parte de la población panameña tiene acceso a una educación y salud privada, así como a tener un medio de transporte individual (automóvil) o un teléfono inteligente. Por lo tanto, la desigualdad no incomoda al panameño, es decir, que unos pocos tengan mucha concentración de dinero si la mayoría del panameño no vive mal y puede tener momentos de recreación y esparcimiento. La desigualdad puede generar malestar y resentimiento en una sociedad, pero mientras la población sea próspera no existirán motivos para abolir el gobierno. Desigualdad no es igual a pobreza o a falta de prosperidad.

 

  1. Encuesta de ciudadanía y derechos del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales

 

La encuesta de ciudadanía y derechos del 2021, elaborada por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales AIP – Panamá (CIEPS), concluyó que después de la pandemia la corrupción pasó a ser el principal problema del país (cuando antes de la pandemia era el tercero) por encima de la inseguridad y de la educación. Pero las personas de menores ingresos son los menos interesados en atacar el problema de la corrupción ya que prefieren que se les solucione otros problemas como el desempleo o la pobreza antes que la corrupción.

En la encuesta del año 2023 se obtuvo como resultado que más del 60% de los panameños manifiesta sentimientos negativos hacia la política, como desconfianza, indiferencia, aburrimiento o enojo.

 

  1. Índice de percepción de la corrupción

 

El índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional (TI) que mide el año 2023, le coloca a Panamá una puntuación de 35/100. Donde el puntaje de 100 corresponde a menor corrupción. Además de ubicarse en la posición 108 de 180 países evaluados. Esto es preocupante ya que la puntación media regional es de 43. Además de que Panamá bajó en su calificación con relación al año 2022. La corrupción es un factor que debilita fuertemente la estabilidad institucional de un país que es un pilar del sistema democrático de gobierno.

 

Este índice mide sobornos, desvío de fondos públicos, funcionarios que utilizan su cargo público para beneficio privado sin afrontar consecuencias, capacidad de los gobiernos para contener la corrupción en el sector público, excesiva burocracia en el sector público que puede aumentar las oportunidades de corrupción, nepotismo en la función pública, leyes que garantizan que los funcionarios públicos deben revelar sus finanzas y posibles conflictos de intereses, protección jurídica para personas que denuncian casos de soborno y corrupción, captura del Estado por estrechos intereses creados y el acceso a información sobre asuntos públicos/actividades gubernamentales.

 

Según TI, “El ascenso en la puntuación requiere esfuerzos sustanciales a nivel institucional, normativo y jurisdiccional. La experiencia previa nos ha enseñado lo vulnerable que puede ser la posición de un país cuando los compromisos políticos no son reales y las medidas efectivas de prevención y lucha contra la corrupción no se logran implementar de forma efectiva”. Se recomienda contar con órganos judiciales e instituciones encargadas de la aplicación de la ley independientes, transparentes y dotadas de recursos suficientes. Esto es fundamental para contener la corrupción. A su vez, resulta clave evitar que el abuso del poder político, el soborno y otras formas de corrupción influyan en los sistemas de justicia para asegurar que estos sean eficaces.

 

 

Reflexiones

 

Como conclusión del cruce y análisis de todos los datos presentados puedo anotar lo siguiente:

 

  1. Hoy en día la democracia no se define como un modelo político únicamente, en el sentido de que en los diferentes índices e informes internacionales de alto reconocimiento que he utilizado en este apartado, se evalúa, además del grado de respeto a la democracia en cuanto a elecciones libres y mecanismos de participación ciudadana en las decisiones del gobierno, si los gobernantes garantizan y respetan garantías individuales y sociales de los ciudadanos tales como acceso a educación de calidad, salud y libertades civiles y políticas clásicas. Es decir, la democracia hoy en día debe resolver los problemas sociales y económicos de la ciudadanía. La evaluación de la democracia no está completa si no se toman en consideración las dimensiones sociales y económicas.

 

  1. La República de Panamá tiene retos democráticos que solventar, ya que según los índices analizados no cuenta con una institucionalidad fuerte que pueda garantizar de forma plena los derechos de los ciudadanos, sumado a un alto índice de corrupción y una percepción de que únicamente se está gobernando para beneficio de la élite (política y empresarial). La corrupción es un elemento que atenta contra el orden constitucional, ya que produce un debilitamiento de las instituciones encargadas de controlar, vigilar y fiscalizarse con la finalidad de limitar el poder y proteger los derechos de las personas. Pero cuando la corrupción erosiona y desnaturaliza las funciones propias de las instituciones democráticas nos encontramos ante un Estado democrático fallido.

 

  1. Aunque un número plural de panameños esté de acuerdo con los golpes de estado en casos de que el gobierno sea corrupto, no tolerarían que el nuevo gobierno incumpla la Constitución, es decir, solo tolerarían que la forma de llegar al poder sea contraria a los preceptos democráticos como un medio para restablecer el orden democrático que había sido vulnerado, pero una vez establecido el nuevo gobierno en el poder deben legitimarse.

Pero de igual forma, un golpe de estado que se haya producido como reacción a altos índices de corrupción está muy lejos de ocurrir en Panamá ya que la sociedad civil no se organiza, ni se moviliza, ni realiza actos de protesta fuertes o contundentes contra la corrupción con la finalidad de abolir el gobierno. La sociedad panameña es una sociedad que no está acostumbrada a protestar debido, en gran parte, a que goza de un relativo bienestar social y económico.

 

  1. Como el concepto de democracia es muy amplio, abstracto e incluso intangible, por ello que los panameños tienen una alta consideración por la democracia como concepto teórico. Pero cuando se les realizan preguntas más tangibles como, por ejemplo: ¿Prefieren renunciar a las elecciones o su derecho al sufragio (pilar fundamental de todo sistema democrático) para gozar de servicios básicos garantizados?, la gran mayoría responde que sí estuviera de acuerdo. Este es un resultado lógico ya que al ser humano lo que le interesa no es tanto la forma de gobierno, sino cómo se gobierna para generar bienestar social y económico entre sus administrados. Solo a una minoría intelectual o económicamente estable parece importarle más su participación política puesto que el estado de bienestar ya lo tienen asegurado. Esto también demuestra una falta de confianza en la gestión pública de los gobernantes.

 

  1. La desilusión de los panameños con la democracia es muy alta, ya que los ciudadanos consideran que el sistema democrático no satisface sus necesidades y por ello prefieren un gobierno autoritario, que garantice bienestar, a un sistema democrático inoperante. Las personas no viven de un ideal sino de su progreso personal; por lo tanto, los panameños no lucharán por el ideal teórico democrático, sino que se movilizarán cuando el sistema (sea democrático o no) no les garantice bienestar social o económico.

 

  1. Por lo tanto, si el pueblo panameño decide protestar de forma enérgica no lo haría tanto por tener un gobierno autocrático, dictatorial o tiránico sino porque los gobernantes sean o no democráticos, no respondan a las demandas ciudadanas de bienestar social y económico. El orden constitucional democrático no solo es vulnerado por la tiranía o sino también por la falta de respuestas a las necesidades ciudadanas (opresión).

 

  1. ¿Las protestas son las soluciones al descontento con el actuar de los gobernantes? La percepción que tengo de que el ciudadano de Panamá es un país tranquilo, donde las protestas son la excepción, es comprobada por Jon Subinas cuya publicación del 9 de agosto de 2022 en el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales AIP- Panamá (CIEPS) establece que: “En el mes de julio, en Panamá, uno de los lugares en los que menos se esperaban protestas por su estabilidad política, estalló una potente manifestación por la subida de carburantes, alimentos y medicinas (esto también sucedió en medio de una tensa calma en la región). Las movilizaciones paralizaron durante varios días el tráfico en diferentes puntos del país, impidiendo el transporte de mercancías, lo que generó el desabastecimiento de productos. A pesar del impacto económico, tres de cada cuatro personas apoyan las movilizaciones, según una encuesta en línea que hizo CIEPS. Este apoyo contrasta con los datos del último informe del Latinobarómetro (del año 2021), que afirma que nueve de cada diez personas no participarían jamás en una protesta no autorizada. Esta contradicción define a la protesta como un acontecimiento inesperado y poco común en el país.”[1] Esta información confirma que la protesta en mención fue puntual y que se calmó o cesaron los cierres de calle de forma inmediata cuando el gobierno panameño subsidió el precio del combustible[2] y congeló los precios de algunos alimentos[3]. Por lo tanto, el pueblo panameño no protesta con frecuencia porque no considera que está siendo oprimido por el gobierno.

 

Por otro lado, los diarios panameños se referirían a que las protestas estaban creando una “crisis” nacional; esto debido a que en el país no se ha suscitado un levantamiento social en décadas. Por lo tanto, pareciera, para los panameños, que un cierre de calle es un gran problema. Lo cierto es que estas manifestaciones no pasaron de ser simples protestas, y las protestas son habituales en cualquier democracia del mundo ya que denotan un malestar puntual con el gobierno por alguna situación o decisión tomada por estos.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República estimo que el PIB del país del año 2022[4] en términos nominales alcanzó un monto de B/.76,522.5 millones, con una tasa de crecimiento de 13.5%, comparado con el año anterior, que corresponde a un incremento de B/. 9,115.8 millones. También merece la pena destacar que el PIB del año 2019 (pre pandemia) era de 69,721.8 millones, lo que demuestra que el PIB del 2022 (año de las protestas) se superó con creces el crecimiento económico anterior a la crisis económica ocasionada por el COVID, aun a pesar de las protestas ciudadanas. Al momento de la redacción del presente artículo aún no se encontraban los datos correspondientes al PIB del cuarto trimestre del 2023, para medir si las protestas relacionadas con el contrato minero de octubre de 2023 impactaron negativamente el PIB.

 

[1] https://cieps.org.pa/panama-necesita-mejor-politica-para-salir-de-la-crisis/

[2] Decreto Ejecutivo No. 18 de 18 de julio de 2022. Publicado en Gaceta Oficial No. 29580-C.

[3] Decreto Ejecutivo No. 16 de 26 de julio de 2022. Publicado en Gaceta Oficial No. 29588-C.

[4] https://www.inec.gob.pa/archivos/P0705547520230317095221COMENTARIOS%202022.pdf